viernes, 30 de marzo de 2007

introduccion



Héroe nacional por excelencia Rodrigo Díaz, el Cid, el más universal de los burgaleses, encarna el prototipo del caballero con las máximas virtudes, fuerte y leal, justo y valiente, prudente y templado, guerrero y culto...

A pesar de la distancia que nos separa de su vida, conocemos con bastante exactitud su vida y obra. Mucha leyenda le rodea, pero, su figura ha sido estudiada con gran rigor por grandes especialistas, como Menéndez Pidal. Gracias a estas personas, conocemos la personalidad del caballero burgalés, los hechos que hicieron sus días, su vida familiar, y hasta su caballo y espadas son por todos conocidos.

Sus restos y los de Jimena, su esposa, descansan en el centro de la catedral de la capital de Castilla, Burgos, pero su espíritu está con nosotros aún presente.

jueves, 29 de marzo de 2007

sociedad medieval


el cid vivio como caballero en una sociedad medieval que estaba organizada en base a un sistema feudal (entrega de bienes a cambio de servicios). La persona con potestad para otorgar tierras era el Rey y los nobles, obispos, etc., a cambio le ofrecían su ayuda con soldados en tiempos de guerra.
Estos nobles, generalmente los más importante, juraban fidelidad al Rey, en un acto llamado homenaje, en el cual el noble se arrodillaba ante el Rey, y a raíz del cual se convertía en vasallo (servidor del Rey). Estos a su vez repartían las tierras entre otros nobles más inferiores o caballeros, que se convertían en vasallos suyos.
En el escalón más bajo se encontraban los campesinos que trabajaban la tierra y estaban vinculados a ella (siervos de la gleba) con pocos derechos, escasa propiedad y ningún vasallo.

miércoles, 28 de marzo de 2007

estirpe


Este gran héroe popular de la edad caballeresca de España nació en Burgos en 1040 y murió en Valencia en 1099. Los hechos históricos que lanzaron a la fama al Cid se remontan al reinado de Fernando I. (fuente Amaya García9Rodrigo Díaz nació en Vivar, pequeña aldea situada a 7 kilómetros de la ciudad de Burgos en 1043. Hijo de Diego Laínez, noble caballero de la Corte Castellana y de una hija de Rodrigo Alvarez. Descendiente es por línea paterna de Laín Calvo, uno de los dos Jueces de Castilla.

martes, 27 de marzo de 2007

el cid en la reconquista



La tradición ha hecho del Cid (nombre dado por los árabes, sidi=señor), Rodrigo Díaz de Vivar, el héroe máximo de la Reconquista, inmortalizado en el primer poema épico de la lengua castellana. Sin embargo el valor material de su conquista fue efímero. El reino moro de Valencia conquistado por él (1099) se perdió poco después de su muerte ante el ataque almorávide. Pero él fue el primer jefe cristiano que tuvo una amplia visión histórica de la Reconquista como empresa nacional, con la cual identifica su ambición personal y a la cual servirá como campeón fiel y disciplinado. Él señaló con el ejemplo el carácter que debía tener esa empresa para su éxito definitivo. En lugar de incursiones periódicas por territorio enemigo para imponerle vasallaje y tributo, y luego retirarse, como ambos lados venían haciendo, el Cid muestra la necesidad de lanzarse a una conquista permanente, empezando por Valencia para separar los reinos árabes del norte y del sur. Claro que las cincunstancias contribuyeron a imponer esa nueva visión militar al Cid. Desterrado de Castilla por el rey Alfonso VI, el Cid se ve forzado a ganarse el pan en tierra musulmana hasta conquistar el reino de Valencia y convertirse en uno de los más poderosos magnates de la época. Pero a ese motivo práctico de ganar riquezas, se une el ideal patriótico de servir a la causa de la Reconquista y al engrandecimiento de Castilla, por lo que se mantiene siempre leal al rey que injustamente le desterró, aunque fácil le hubiera sido proclamarse rey independiente en Valencia. Al mismo tiempo, su propósito no fue exterminar a los árabes sino someterlos y utilizarlos, reflejando con ello la actitud típica de ambos contendientes en esta lucha multisecular. Es la misma actitud que hacía a su rey Alfonso titularse con orgullo “Emperador de las dos religiones”.

lunes, 26 de marzo de 2007

imperio musulman


El dominio de los visigodos duró hasta el año 711, cuando un ejército musulmán, con unos 50.000 soldados, cruzaron el estrecho de Gibraltar, vencieron al ejército visigodo en la batalla de Guadalete, cerca de Cádiz. Rodrigo, el último rey godo, fue derrotado pero ello no terminaría allí, en unos cuatro años terminarían por dominar casi toda la península, convirtiendose ésta en un emirato, o provincia del imperio árabe, llamada Al-Andalus. Los s. VIII y XI, significarían un creciente poderío musulmán, a pesar de que se forman núcleos de resistencia al Norte de la península. Los territorios conquistados se van arabizando y se independizan políticamente del imperio árabe. En el s. X Abderramán III convierte Al-Andalus en califato independiente, con independencia religiosa, siendo una época de gran prosperidad cultural, gracias a las innovaciones en las ciencias y en las letras y la especial atención que dedicaron al desarrollo de las ciudades. Las ciudades más importantes fueron Valencia, Zaragoza, Sevilla y Córdoba, la cual llegó a ser en el s.X la mayor ciudad de Europa Occidental, contando con 500.000 habitantes, y centro cultural de la época. Sin embargo la decadencia llegó en el s.XI, cuando comenzaron las pugnas entre las distintas familias reales musulmanas y el califato se desmembró en un mosaico de pequeños reinos taifas. El movimiento de Reconquista se hizo cada vez más fuerte, la primera derrota la tendrían los musulmanes en Covadonga, Asturias, de mano del Rey Pelayo en el año 722, durante estos años, sobre todo tras la decadencia se sucedieron las victorias de los reinos del Norte.Hasta que en el s.XIV los musulmanes españoles sólo poseían el reino de Granada, que mantuvieron hasta finales del s.XV, cuando los Reyes Católicos lo incorporaron a la corona de Castilla.

babieca



Babieca fue el caballo del Cid campeador, durante los siglos X y XI.
Aunque su raza no está clara, algunos dicen que se trataba de un caballo andaluz blanco. Otros, sin embargo, creen que era de origén leonés, concretamente de la comarca de Babia (de ahí su nombre Babieca). Otras fuentes citan que taal nombre le viene por ser un ejemplar de mal porte, feo en apariencia, ya que "Babieca" es una antigua expresión que en castellano significa "feo, tonto o soso". En el segundo caso, probablemente fuera un caballo de raza asturcona.
Le fue regalado por el rey Alfonso VI de León y Castilla como recompensa a sus servicios. Dicen algunos textos que al elegir a ese caballo, su tío exclamó ¡Babieca! y le pidió que eligiera otro caballo de sus establos. Sin embargo, el cid le puso ese nombre, y se quedó con él, pues consideraba que a pesar de no ser un caballo vistoso, valía más que los hermosos caballos que estaban en la cuadra.

tizona


La Tizona es una de las dos espadas - Colada y Tizona - más célebres de El Cid Campeador, Rodrigo Díaz de Vivar (1043-1099), capturada al Rey Búcar de Marruecos en Valencia, y que más tarde regaló a su sobrino, Pedro Bermúdez.
Su hoja mide 0.785 m. de largo por 0.045 m. de ancho. Según estudios de la Universidad Complutense, la hoja es contemporánea del Cid y de gran calidad, aunque la empuñadura se la sustituyó por una de la época de los Reyes Católicos, Renacentista.
La Tizona preside actualmente la Sala de Armas del Museo del Ejército en una urna vertical negra acristalada.Inscripciones de la hoja
La hoja de la Tizona Lleva inscritas las siguientes leyendas:
IO SOI TISONA FUE FECHA EN LA ERA DE MILE QUARENTA'
y en la otra cara:
AVE MARIA GRATIA PLENA DOMINUS TECUM
Que se traduce desde el castellano medieval como:
"Yo soy Tizona. Fue hecha en la era de mil cuarenta", sin embargo, esto debe ser traducido como 1002, pues "era de mile quarenta" se refiere a "era Hispánica" que se supone comienza en el 38aC. La segunda inscripción son los tres primeros versos del Ave María:
"Ave María. Llena eres de gracia. El señor es contigo".

el cantar del mio cid


El Cantar de mio Cid es un cantar de gesta anónimo que relata hazañas heroicas inspiradas libremente en los últimos años de la vida del caballero castellano Rodrigo Díaz de Vivar. Se trata de la primera obra narrativa extensa de la literatura española en una lengua romance.
El poema consta de 3.735 versos anisosilábicos de extensión variable, aunque dominan versos de 14 a 16 sílabas métricas. Los versos del Cantar de mio Cid están divididos en dos hemistiquios separados por cesura. La longitud de cada hemistiquio es de 4 a 13 sílabas, y se considera unidad mínima de la prosodia del Cantar. No hay división en estrofas, y los versos se agrupan en tiradas, es decir series de versos con una misma rima asonante.
Está escrito en castellano medieval y compuesto alrededor del año 1200 (fechas post quem y ante quem: 1195–1207). Se desconoce el título original, aunque probablemente se llamaría gesta o cantar, términos con los que el autor describe su obra en los versos 1.085 y 2.276, respectivamente.
El Cantar de mio Cid es el único conservado casi completo de su género en la literatura española y alcanza un gran valor literario por la maestría de su estilo. Los cuatro textos épicos conservados, además del que nos ocupa, son las Mocedades de Rodrigo —circa 1360—, con 1700 versos, Cantar de Roncesvalles—ca. 1270— (fragmento de unos 100 versos) y una corta inscripción de un templo románico, conocida como Epitafio épico del Cid —¿ca. 1400?—). Del texto que aquí nos ocupa solo se ha perdido la primera hoja del original y otras dos en el interior del códice, pero su contenido puede ser deducido de las prosificaciones cronísticas, en especial de la Crónica de veinte reyes.